Recuerdo hace un par de veranos a mi amigo Laporta (compartimos equipo y temas ideológicos....opuestos) esa frase de "Vamos a ganar los 6 títulos". Liga, Copa, Supercopa de España, Supercopa de Europa, Intercontinental (soy un romántico y no me gusta llamarlo "Mundialito de Clubes", me parece cursi y algo amanerado) y Copa de Europa. Ahí me froté las manos, es una sentencia de muerte. Mi amigo, bueno más bien ídolo, Roberto Carlos ya la había utilizado años antes y todos conocemos el resultado que dio.
No es el hecho de decir la frase, que puede que también, lo que hace que el equipo vaya a pique cual cabra en fiestas desde el campanario. Es el egocentrismo, la prepotencia y la necesidad de manifestar que su club es el mejor del mundo, esto hace que la presión de las masas se haga poco a poco difícil de sostener. Si tu comienzas con estas metas siendo uno de los clubs más importantes del mundo no te van a pedir menos de lo que has prometido, esta sensación la conocen a la perfección los políticos españoles.
La humildad de los directivos y la profesionalidad de los jugadores son piezas fundamentales para que el karma tan sólo este pendiente de si la pelotita entra o no entra. Estas crispaciones que hay en Barcelona y en mi Zaragoza natal no hacen más que empeorar la situación y cierran las pocas grietas para salir. ¿La solución? Yo no la tengo, ojala. Si que tomaría algunas medidas drásticas en muchos casos, pero yo no soy el que esta ahí con corbata, vaso de whisky en mano y muchos billetes de esos morados en el bolsillo. ¿Si lo fuese? Seguramente me acomodaría en mi trono como hacen ellos, por eso prefiero estar aquí, sufriendo por mi equipo, cosa que ellos no creo que hagan y pensando soluciones que ellos no creo que encuentren.
No es el hecho de decir la frase, que puede que también, lo que hace que el equipo vaya a pique cual cabra en fiestas desde el campanario. Es el egocentrismo, la prepotencia y la necesidad de manifestar que su club es el mejor del mundo, esto hace que la presión de las masas se haga poco a poco difícil de sostener. Si tu comienzas con estas metas siendo uno de los clubs más importantes del mundo no te van a pedir menos de lo que has prometido, esta sensación la conocen a la perfección los políticos españoles.
La humildad de los directivos y la profesionalidad de los jugadores son piezas fundamentales para que el karma tan sólo este pendiente de si la pelotita entra o no entra. Estas crispaciones que hay en Barcelona y en mi Zaragoza natal no hacen más que empeorar la situación y cierran las pocas grietas para salir. ¿La solución? Yo no la tengo, ojala. Si que tomaría algunas medidas drásticas en muchos casos, pero yo no soy el que esta ahí con corbata, vaso de whisky en mano y muchos billetes de esos morados en el bolsillo. ¿Si lo fuese? Seguramente me acomodaría en mi trono como hacen ellos, por eso prefiero estar aquí, sufriendo por mi equipo, cosa que ellos no creo que hagan y pensando soluciones que ellos no creo que encuentren.
Ale.
1 comentario:
Cuánta razón tienes. Mientras ellos se forran con billetes morados aquí sufriremos en segunda y allí sufrirán el patético juego de un equipo que ha costado entre 80 y 100 kilos. Es lamentable ese entorno que rodea al fútbol y de verdad que es el aspecto a mejorar del fútbol español.
Quien predice, muere. Aplicable al fútbol supongo.
Un abrazo Juandi!
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