La afición, Aimar, Undiano y su pito.

Con miedo a que la jornada me quite este buen sabor de boca, actualizo antes de que empiece unos partidos que pueden dejar a unos cuantos equipo en la cuerda floja y al Madrid balanceandose en un columpio en esa misma cuerda saboreando un caramelo en forma de liga.

Anoche, digamos que disfrute. Soy un hombre tranquilo en la grada de un campo de fútbol. De los de programa de la obra y chaqué con si estuviera en el teatro. No se si incitado por la grada llena de La Romareda o por los colores de la camiseta que llevaba, esa ya mítica de los Milosevic, Acuña, Aragón...con la publicidad de Pikolin. La encontré en el baúl de los recuerdos, como si mi cabeza buscará otra superstición más, una ayuda añadida para ganar anoche. Grité y mucho en el gol de Oliveira pues si eso me servía para convencerme de que era posible. Protesté las faltas en el centro del campo, hasta los saques de banda! Estaba enchufado en el partido.

Este forofismo no me impidió leer el partido que había planteado Manolo Villanova, un partido valiente, con la sabienda de que la afición esta detrás. Con dos puntas y un jugador diferente. Pablito Aimar es necesario señores, ve el fútbol de otra forma, conduce el balón de otra forma, el Zaragoza con él juega de otra forma. Salió inspirado y le cosieron a patadas. Salio clarividente y manejo al Zaragoza entre visitas al suelo invitadas por los defensores del Recre. Dió el primer gol con un pase entre lineas soberbio a Oliveira para que le dijese a Sergio Garcia "toma que a mi me da la risa". Pero le lincharon a patadas, ya en la segunda parte no podía ni con el 8 que lleva a la espalda y tuvo que abandonar el campo con ovación de una Romareda en pie.

Una Romareda que no falló a la cita aún lloviendo, con paraguas, chubasquero o cualquier cosa que se pudiese poner en la cabeza de manera más ridícula o menos. Banderones azules y blancos antes del pitido inicial, el "Zaragoza no se rinde" recién llegado de la guerra de la Independencia. Y 30000 almas al unisono de "Zaragoza oe". Lastima, aunque la Romareda siempre roza el llenazo, que sea en circunstancias así cuando los niños vayan al fútbol, cuando la novia vaya al fútbol o el amigo del abonado vaya al fútbol, pero necesario para que estos mismos se aficionen y vuelvan, vean que en los momentos difíciles el numero 12, la afición, esta dispuesta a animar y a llevar en volandas a su equipo.

Estas 30000 personas excitaron en desmanera a Undiano, es de estos árbitros que tienen ciertas y extrañas fantasías con mucha gente gritándole y abucheándole. Unas faltitas contra el Recre para ir calentando, expulsó a uno de ellos (bien expulsado) para que no me digan que no soy casero...y comienza el espectáculo. Se fue contento, con su abucheo final, con sus pañuelos y recordando a su santa madre. Expulsando a dos del Zaragoza, destrozando el debut de un canterano ,Vicente Pascual. Una primera falta, primera falta insisto. y una segunda donde los dos jugadores luchan un balón y termina la jugada con una segunda amarilla para el chaval y un sueño amacerado durante tanto tiempo roto por un payaso de amarillo y su pito. Luego ya llegó al climax con la expulsión de Ayala y así deja en cuadro la defensa zaragocista para otra final en Montjuic. Trabajo bien hecho pensaría Undiano.

Sea como fuese, el partido lo ganó el Zaragoza en la lluviosa noche que mete al Recreativo en descenso y al Zaragoza reforzado, que no salvado. Nos quedan muchos partidos, tal vez el siguiente y el Deportivo sean muy necesarios puntuar fuera y ganar en casa, para cuando el Valencia nos visite, estemos más cerquita, y si puede ser, el Valencia más lejos de la salvación.

Esta tarde-noche sigue el fútbol, pero eso será otra historia. A pasar buena tarde y a quererse

Ale.