Opinión | Hablando de dioses

Messi no es el mejor jugador de la historia. Lo siento, se que a usted le hace ilusión decir que vio al mejor jugador de la historia en directo. Perdóneme, pero aun no lo es.

Juega en el mejor equipo del mundo, el que mejor juego hace. Puestos a poner calificativos: en el mejor equipo, que no club, de la década. Este jugador juega alrededor de Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Zlatan Ibrahimovic o Carles Puyol. Recibe balones de estos especimenes futbolísticos. Que si, cuando tiene el balón hace magia, es un jugador diferente, determinante, el mejor del mundo. Pero no es el mejor de la historia.

No lo será hasta que no se retire. No sólo eso, no lo será hasta que no juegue en un equipo de menor calidad y demuestre que es él quien gana partidos y competiciones. He leído por ahí que no se puede comparar la época de Maradona con la de Messi. Que en los ochenta-noventa había menos competitividad. ¿Seguro? ¿Se recuerda como una mala época de fútbol? No. Dudo mucho que sea así.

La capacidad que tenemos de endiosar a los jugadores es altísima. Lo podríamos considerar casi como un don de los humanos. Todos son el nuevo Pelé, Maradona o Cruyff. Nadie es el primer Messi, Cristiano Ronaldo...

Ahora es cuando Messi se ha hecho un nombre, cuando es considerado un gran futbolista llamado Lionel Messi. Entonces el calificativo del nuevo Maradona se nos queda corto, ahora tiene que ser el mejor jugador de la historia.

Un veintañero que tiene un talento inaudito. Un gran futbolista. El mejor del mundo, repito.

Démosle tiempo. Que gané un mundial siendo elemento clave y estrella, cuando la selección española le deje. Que sea capaz de ser regular, que le respeten las lesiones, tenga continuidad en su fabuloso juego, se capaz de torear las dificultades y que demuestre todo lo que tenga que demostrar, prensa aparte. Puede que lo llegue a ser.

Pero Messi no es el mejor jugador de la historia.